26/02/2025
Pocos nombres resuenan con tanta fuerza en la historia del Antiguo Egipto como el de Ramsés II. Conocido por las generaciones posteriores como Ramsés el Grande, este faraón de la Dinastía XIX dejó una huella imborrable en la tierra del Nilo, marcada por un reinado extraordinariamente largo, impresionantes campañas militares y una pasión sin igual por la construcción de monumentos que perdurarían milenios.

Su figura ha sido objeto de fascinación a lo largo de los siglos, inspirando desde la poesía hasta el cine, aunque a veces la leyenda se entrelaza con la realidad histórica. Pero, ¿quién fue realmente este colosal gobernante? ¿Cómo llegó al poder y qué le hizo merecedor del epíteto 'el Grande'? Exploraremos su vida, sus logros y desmitificaremos algunas de las asociaciones populares que, aunque extendidas, carecen de fundamento histórico.

- ¿Quién fue Ramsés II? Su Identidad y Legado
- Juventud y Ascenso al Trono
- Un Reinado Excepcional en Duración y Estabilidad
- Las Campañas Militares y la Batalla de Kadesh
- Un Constructor Incansable: Monumentos para la Eternidad
- Su Familia: Reinas, Hijos y Pérdidas
- ¿El Faraón del Éxodo? Desmitificando una Leyenda Popular
- El Legado de Ramsés el Grande
- Preguntas Frecuentes
¿Quién fue Ramsés II? Su Identidad y Legado
Ramsés II nació en una época de transición y consolidación para Egipto. No nació con el título de príncipe; su abuelo, Ramsés I, fue un visir y oficial militar que ascendió al trono tras ser designado sucesor por el faraón Horemheb. Fue el hijo de Seti I y la reina Tuya. Su nombre real, Userma'atre'setepenre, se traduce aproximadamente como 'Guardián de la Armonía y el Equilibrio, Fuerte en la Justicia, Elegido de Ra', un nombre que refleja las aspiraciones y la ideología de su reinado. Además de este nombre de trono, fue conocido popularmente como Ozymandias y, por supuesto, Ramsés el Grande.
Fue el tercer faraón de la Dinastía XIX (1292-1186 a.C.) y su reinado se extendió por más de seis décadas, un periodo de estabilidad y prosperidad sin precedentes. A menudo se le asocia con una victoria decisiva sobre los hititas en la Batalla de Kadesh, un evento que él mismo se encargó de inmortalizar profusamente para cimentar su imagen de guerrero invencible. Aunque la realidad histórica sugiere que la batalla fue más bien un empate, este enfrentamiento condujo al primer tratado de paz conocido en la historia mundial en 1258 a.C., un logro diplomático significativo.
Juventud y Ascenso al Trono
Desde joven, Ramsés II fue preparado para gobernar. Tenía alrededor de once años cuando su abuelo, Ramsés I, se convirtió en faraón. Tras la muerte de su abuelo, su padre Seti I asumió el trono. Fue Seti I quien, reconociendo el potencial de su hijo, lo designó príncipe regente a la temprana edad de catorce años. Esta designación le permitió familiarizarse con las tareas de gobierno y la administración del vasto imperio egipcio desde muy pronto.
A los 22 años, Ramsés II ya lideraba sus propias campañas militares en Nubia, a menudo acompañado por sus propios hijos, como Khaemweset y Amunhirwenemef. Su padre, Seti I, lo nombró corregente, permitiéndole compartir el poder y la responsabilidad. Juntos, Seti I y Ramsés II emprendieron vastos proyectos de restauración y construcción, incluyendo un nuevo palacio en Avaris. Esta corregencia no solo aseguró una transición de poder fluida tras la muerte de Seti I, sino que también le proporcionó a Ramsés una invaluable experiencia militar y administrativa.
Un Reinado Excepcional en Duración y Estabilidad
La fecha de ascensión de Ramsés II al trono está registrada como el día 27 de III Shemu, que la mayoría de los egiptólogos sitúan el 31 de mayo de 1279 a.C. El historiador judío Josefo, basándose en Manetón, le atribuyó un reinado de 66 años y 2 meses, una cifra esencialmente confirmada por documentos contemporáneos. Un fragmento de papiro (Papyrus Gurob L) y grafitos en Tebas indican que murió aproximadamente 2 meses después de comenzar su año regnal 67. Específicamente, la fecha de su muerte se registra en un diario de necrópolis como el día 6 de II Akhet del año 67, lo que significa que Ramsés II gobernó Egipto durante 66 años, 2 meses y 9 días. Este fue uno de los reinados más largos en la historia egipcia.
La longevidad de su reinado tuvo un impacto profundo en la sociedad egipcia; cuando murió a la edad de noventa y seis años, la mayoría de sus súbditos no habían conocido a otro faraón, lo que generó una comprensible incertidumbre. Su reinado estuvo marcado por la paz interna, el mantenimiento de las fronteras y una prosperidad creciente. Como prueba de su éxito y la vitalidad de su reinado, celebró un número sin precedentes de festivales Sed. Tradicionalmente, el festival Sed, o fiesta del jubileo, se celebraba en el trigésimo año del reinado de un faraón para renovar su fuerza y legitimidad, y luego cada tres años. Ramsés II, a veces, los celebraba cada dos años, llegando a conmemorar trece o catorce de estos jubileos. Para el año 28 de su reinado, la evidencia sugiere que favorecía al dios Amón por encima de todas las otras divinidades, lo que se refleja en textos de ostraca.
Las Campañas Militares y la Batalla de Kadesh
La relación de Egipto con el reino de los hititas en Anatolia (actual Turquía) había sido tensa durante mucho tiempo, especialmente después de que los hititas, bajo Suppiluliuma I, arrebataran a Egipto importantes centros comerciales en Siria y Canaán. Seti I había recuperado Kadesh, una ciudad estratégica, pero Muwatalli II, el rey hitita, la había reconquistado.
Tras ascender al trono, Ramsés II se propuso restaurar las fronteras egipcias, asegurar las rutas comerciales y recuperar los territorios que consideraba suyos. En el segundo año de su reinado, logró una victoria naval contra los Pueblos del Mar, específicamente los Sherdan, cerca del delta del Nilo. Según sus relatos, tendió una trampa a sus barcos, derrotándolos y reclutando a muchos de los supervivientes en su propio ejército, algunos incluso sirviendo como su guardia de élite. Este evento subraya la compleja red de alianzas de la época.

La campaña más famosa de Ramsés II fue la que culminó en la Batalla de Kadesh en 1274 a.C. Partió de su nueva capital, Per-Ramesses, con un ejército de unos veinte mil hombres divididos en cuatro divisiones: Amón, Ra, Ptah y Set. Tras marchar dos meses, llegó a las cercanías de Kadesh. Espías hititas capturados, deliberadamente engañosos, le informaron que el ejército hitita estaba lejos. Confiado, Ramsés ordenó a su división de Amón acampar para esperar al resto del ejército.
Fue entonces cuando el ejército hitita, que estaba escondido a menos de una milla, lanzó un ataque sorpresa. La división de Amón fue rápidamente desbordada, y Ramsés se encontró en una situación desesperada. Según sus propios relatos, invocó a Amón y, con solo sus tropas personales y algunos seguidores, montó su carro y cargó con tal ferocidad contra el flanco oriental del enemigo que lograron romper las líneas hititas. La llegada oportuna de la división de Ptah le permitió reagrupar fuerzas y hacer retroceder a los hititas hacia el río Orontes.
Ramsés II proclamó la batalla como una gran victoria, inmortalizándola en el 'Poema de Pentaur' y 'El Boletín', donde se presenta como un triunfo personal y divino. Sin embargo, Muwatalli II también reclamó la victoria, ya que no perdió la ciudad. Históricamente, se considera un punto muerto. A pesar de ello, la batalla sentó las bases para negociaciones que llevaron al primer tratado de paz conocido, firmado en 1258 a.C. entre Ramsés II y Hattusili III, el sucesor de Muwatalli II. Este tratado es un testimonio de la habilidad diplomática de Ramsés y marcó el inicio de un período de relaciones relativamente estables entre Egipto y el Imperio Hitita.
Un Constructor Incansable: Monumentos para la Eternidad
Después de Kadesh, Ramsés II dedicó gran parte de su energía a proyectos de construcción masivos por todo Egipto y Nubia. Quería que su nombre y sus logros fueran recordados para siempre, y lo logró a través de una escala de edificación sin precedentes.
Uno de sus proyectos más ambiciosos fue la fundación de Per-Ramesses ('La Casa de Ramsés') en la región oriental del Delta, cerca de la antigua Avaris. Esta ciudad se convirtió en su nueva capital, un centro administrativo, un palacio de placer y, crucialmente, un vasto complejo militar con armerías, establos y campos de entrenamiento. Su magnificencia rivalizaba con la de Tebas.
Además de su capital, Ramsés II encargó la construcción y expansión de innumerables templos y monumentos. Entre los más famosos se encuentran:
- El Ramesseum, su templo funerario en la orilla oeste de Tebas, una estructura colosal con enormes estatuas del faraón.
- Los templos de Abu Simbel en Nubia, tallados en la roca y dedicados a él mismo (como dios) y a su esposa Nefertari, una obra maestra de la arquitectura egipcia.
- La ampliación del Templo de Karnak, incluyendo la finalización de la Gran Sala Hipóstila.
- El complejo de Abydos.
- Numerosos pilonos, obeliscos y estatuas en sitios existentes y nuevos a lo largo del Nilo.
Su reinado es a menudo considerado el apogeo del arte y la cultura egipcios. La tumba de su esposa favorita, Nefertari, en el Valle de las Reinas, con sus exquisitas pinturas murales, es un ejemplo sublime de la calidad artística alcanzada durante su época.
Su Familia: Reinas, Hijos y Pérdidas
La vida personal de Ramsés II fue tan prolífica como su reinado. Se dice que tuvo más de 200 esposas y concubinas, 96 hijos y 60 hijas. Sorprendentemente, sobrevivió a la mayoría de ellos, lo cual no es de extrañar dada su longevidad excepcional.
Su primera esposa y favorita fue la reina Nefertari. Aunque parece que murió relativamente pronto en su matrimonio (quizás durante el parto), Ramsés la amó profundamente. Su tumba en el Valle de las Reinas es una de las más bellas de Egipto, y su imagen aparece con frecuencia en templos y estatuas a lo largo de su reinado, incluso mucho después de su muerte. Nefertari fue la madre de varios de sus hijos importantes, incluyendo a Amunhirwenemef y Ramsés B.

Tras la muerte de Nefertari, elevó a su segunda esposa, Isetnefret, al estatus de Gran Esposa Real. Isetnefret fue la madre de Khaemwaset y Merenptah. Después de la muerte de Isetnefret, algunas de sus propias hijas asumieron el papel de consortes reales. A pesar de tener tantas esposas e hijos, los trató a todos con notable igualdad y respeto.
Un aspecto conmovedor de su larga vida fue la pérdida de sus herederos directos. Su hijo mayor, Amun-her-khepeshef (cuyo nombre cambió varias veces a lo largo de su vida, incluyendo Seth-her-khepeshef), fue el príncipe heredero durante muchos años. Ostentó títulos importantes como 'Comandante de las Tropas' y 'Primogénito del Rey de su Cuerpo', y participó en campañas militares como la de Kadesh. Sin embargo, Amun-her-khepeshef murió alrededor del año 25 del reinado de su padre. El siguiente en la línea de sucesión fue su segundo hijo, Ramsés B, quien también murió antes que el faraón, unos 25 años después. Finalmente, fue Merenptah, el decimotercer hijo de Ramsés II, quien heredó el trono tras la muerte de su padre, después de esperar 67 años.
¿El Faraón del Éxodo? Desmitificando una Leyenda Popular
Existe una asociación muy extendida y popular que identifica a Ramsés II con el faraón opresor del relato bíblico del Éxodo. Esta conexión cobró fuerza particularmente tras películas como 'Los Diez Mandamientos' (1956) y 'El Príncipe de Egipto' (1998). Sin embargo, es crucial señalar que, según la información proporcionada y el consenso histórico y arqueológico, no existe evidencia que respalde esta afirmación.
Los textos bíblicos (Éxodo 1:11, 12:37, Números 33:3, 33:5) mencionan a Per-Ramesses como una de las ciudades en las que trabajaron los israelitas esclavizados y de la que partieron. La construcción de Per-Ramesses ocurrió durante el reinado de Ramsés II, lo que probablemente contribuyó a la asociación popular. Sin embargo, las extensas excavaciones arqueológicas en Per-Ramesses y otros sitios de construcción egipcios han demostrado que los proyectos de edificación de Ramsés II (y de otros faraones) fueron llevados a cabo por mano de obra egipcia, tanto cualificada como no cualificada, que era pagada por su trabajo o que participaba voluntariamente como parte de su deber cívico. La idea de grandes poblaciones de esclavos hebreos construyendo estas ciudades no está respaldada por la evidencia.
Además, Ramsés II fue famoso por registrar sus logros y, a menudo, por embellecer los hechos. Parece muy improbable que un rey tan preocupado por su legado omitiera el registro de eventos tan catastróficos como las plagas que supuestamente asolaron Egipto o la huida masiva de una población. Más allá de los registros del propio faraón, los egipcios mantuvieron registros escritos muy detallados a lo largo de milenios, y ninguno de ellos menciona una gran población de esclavos hebreos en Egipto, y mucho menos su éxodo. La conexión con las plagas, aunque se han propuesto teorías científicas (erupciones volcánicas, algas tóxicas, cambio climático) para explicar fenómenos similares, no está históricamente vinculada al reinado de Ramsés II según la información disponible.
La asociación de Ramsés II con el faraón cruel y obstinado del Éxodo, aunque popular, es desafortunada. No solo carece de base histórica, sino que también eclipsa el carácter de un hombre que fue, según las pruebas de su largo y próspero reinado, un gobernante capaz y notable para su tiempo.
El Legado de Ramsés el Grande
El reinado de Ramsés II ha sido objeto de debate académico, con algunos sugiriendo que fue más un maestro de la propaganda que un rey efectivo, mientras que otros defienden su genuina grandeza. Sin embargo, los registros de su reinado, tanto los textos como la evidencia física de sus templos y monumentos, atestiguan un período de gran estabilidad y prosperidad. Fue uno de los pocos gobernantes que vivió y reinó lo suficiente como para participar en múltiples festivales Sed, prueba de su extraordinaria longevidad y vitalidad.
Aseguró las fronteras del país, aumentó su riqueza y expandió su alcance comercial. Si se jactó de sus logros en sus inscripciones, fue porque tenía buenas razones para estar orgulloso.

La momia de Ramsés el Grande fue encontrada y ha sido estudiada, revelando información fascinante sobre su aspecto físico y salud. Medía más de seis pies de altura (aproximadamente 1.83 metros), con una mandíbula fuerte y prominente, nariz fina y labios gruesos. Sufría problemas dentales, artritis severa y endurecimiento de las arterias. Lo más probable es que muriera de vejez o insuficiencia cardíaca.
Fue conocido por los egipcios posteriores como el 'Gran Ancestro', y muchos faraones le rindieron homenaje tomando su nombre. Aunque algunos de sus sucesores, como Ramsés III, son considerados por algunos como gobernantes igualmente o incluso mejores, ninguno superó los logros monumentales y la gloria de Ramsés el Grande en la mente y el corazón de los antiguos egipcios.
Preguntas Frecuentes
¿Se encontró la momia de Ramsés II?
Sí, la momia de Ramsés II fue encontrada y ha sido estudiada. Los análisis han permitido conocer detalles sobre su aspecto físico, su altura y las enfermedades que padeció, como problemas dentales, artritis severa y arteriosclerosis.
¿Cuál era el nombre real de Ramsés II?
Su nombre de trono era Userma'atre'setepenre. También fue conocido como Ozymandias y popularmente como Ramsés el Grande.
¿Ramsés II perdió algún hijo?
Sí, Ramsés II sobrevivió a varios de sus hijos, incluyendo a sus dos primeros príncipes herederos. Su hijo mayor, Amun-her-khepeshef, murió alrededor del año 25 de su reinado, y su segundo hijo, Ramsés B, también murió antes que él. Fue su decimotercer hijo, Merenptah, quien finalmente heredó el trono.
¿Fueron las plagas de Egipto durante el reinado de Ramsés II?
Aunque la ciudad de Per-Ramesses, construida por Ramsés II, se menciona en el relato bíblico del Éxodo, no existe evidencia histórica ni arqueológica que vincule a Ramsés II con las plagas bíblicas o con un éxodo masivo de esclavos hebreos de Egipto. La conexión es una asociación popular que carece de base histórica según la información disponible.
Año (aproximado) | Evento Clave |
---|---|
c. 1292 a.C. | Nacimiento de Ramsés II |
c. 1280 a.C. | Nombrado Príncipe Regente por Seti I |
c. 1279 a.C. | Ascensión al trono (Inicio del reinado) |
c. 1275 a.C. | Fundación de la capital Per-Ramesses |
1274 a.C. | Batalla de Kadesh contra los Hititas |
1258 a.C. | Firma del Tratado de Paz con los Hititas |
c. 1254 a.C. | Celebración del primer Festival Sed (Año 30) |
c. 1254 a.C. | Muerte del príncipe heredero Amun-her-khepeshef |
c. 1254 a.C. en adelante | Construcción de grandes templos y monumentos (Abu Simbel, Ramesseum, etc.) |
1213 a.C. | Muerte de Ramsés II (a los 96 años) |
En conclusión, Ramsés II fue una figura monumental en la historia de Egipto. Su largo y próspero reinado, sus campañas militares, su habilidad diplomática y su legado arquitectónico lo consolidan como uno de los faraones más importantes y recordados. Aunque algunas leyendas se han tejido a su alrededor, la verdad histórica de su impacto en el Antiguo Egipto es suficientemente grandiosa por sí sola.
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