03/05/2025
Jalisco, un estado vibrante y en constante movimiento, ha sido testigo de un fenómeno vial que ha transformado sus calles y carreteras en los últimos años: el crecimiento exponencial del parque vehicular de motocicletas. Lo que antes era una opción de transporte minoritaria, hoy se ha convertido en una marea de dos ruedas que plantea serios desafíos en términos de seguridad, infraestructura y cultura vial. Las cifras son contundentes y reflejan una tendencia que no parece frenarse, impulsada por diversos factores económicos y sociales que han hecho de la motocicleta una alternativa atractiva, aunque no exenta de riesgos.

El rugido de miles de motores de motocicleta se ha vuelto parte del paisaje sonoro cotidiano en las ciudades y pueblos jaliscienses. Este incremento no es una percepción aislada; está respaldado por datos duros que muestran una aceleración preocupante en la adquisición de estos vehículos. Según el Instituto de Información Estadística y Geográfica (IIEG), la cantidad de motocicletas en circulación ha experimentado un salto impresionante, especialmente en el periodo reciente. Entre 2022 y 2023, se sumaron al parque vehicular del Estado más de 104 mil nuevas motocicletas. Esto significa que, en promedio, cada día se incorporaron alrededor de 286 unidades adicionales a las calles de Jalisco, una cifra que ilustra la magnitud del fenómeno.
Pero este crecimiento no es solo un pico reciente. Observando una perspectiva más amplia, se aprecia una verdadera duplicación del número de motocicletas en un lapso relativamente corto. En 2018, el registro estatal documentaba aproximadamente 475 mil motocicletas. Cinco años después, para 2023, esa cifra ya superaba las 838 mil unidades. Este salto, de casi el doble en un sexenio, pone de manifiesto la rapidez con la que las motocicletas han ganado terreno en el transporte jalisciense.
Este auge ha posicionado a Jalisco como líder a nivel nacional en cuanto a la densidad de motocicletas. Con base en las cifras más recientes proporcionadas por el INEGI, se estima que en el Estado circulan 8 mil 633 motocicletas por cada 100 mil habitantes. Esta tasa es significativamente superior a la de otras entidades con grandes parques vehiculares, como la Ciudad de México, que registra 6 mil 611 motocicletas por cada 100 mil habitantes, ubicándose en el segundo lugar.
A pesar de estas cifras alarmantes, es importante contextualizar el porcentaje que las motocicletas representan dentro del parque vehicular total. Según datos recientes, las aproximadamente 750 mil motocicletas registradas en el Estado (una cifra ligeramente distinta a la de 838 mil mencionada para 2023, lo que podría indicar variaciones en las fuentes o periodos de medición) representan apenas el 17% de los 4.4 millones de automotores en circulación en la entidad. Aun así, su impacto en la movilidad y la seguridad vial es desproporcionadamente alto.
Año | Motocicletas Registradas en Jalisco |
---|---|
2018 | ~475,000 |
2023 | >838,000 |
Entidad Federativa | Motocicletas por cada 100,000 habitantes |
---|---|
Jalisco | 8,633 |
Ciudad de México | 6,611 |
¿Por Qué Este Boom? Factores Económicos y de Acceso
La principal fuerza impulsora detrás de este crecimiento masivo es, sin duda, el factor económico. Adquirir una motocicleta representa una inversión inicial significativamente menor en comparación con un automóvil. Rafael González Bravo, académico de la Universidad de Guadalajara, señala que “Son más baratas que un auto, y la facilidad de adquirirlas a crédito, muchas veces con pagos semanales, las hace muy accesibles para la población”. Esta accesibilidad se ha visto amplificada por las estrategias de venta de las tiendas especializadas.
Muchas tiendas de motocicletas han simplificado enormemente los requisitos para la compra a crédito. En algunos casos, basta con presentar la credencial del INE, proporcionar un número de teléfono y un correo electrónico para iniciar el proceso. Ofrecen planes de financiamiento con pagos semanales que resultan atractivos para un amplio segmento de la población, facilitando la adquisición casi inmediata de un vehículo propio. Sin embargo, esta facilidad de compra a menudo se desvincula del proceso de registro formal del vehículo, lo que lleva a que muchas motocicletas circulen sin placas ni registro oficial.
El incremento en el costo de la vida, y en particular el precio de los combustibles, también ha jugado un papel crucial. La gasolina ha experimentado aumentos considerables en los últimos años. César Martínez, residente de Tlajomulco, relata cómo decidió vender su automóvil para comprar una motocicleta precisamente por este motivo. “Hace más de 10 años, la gasolina verde estaba en menos de 15 pesos el litro, ahora ya va en 24. Con la vida más cara, decidí cambiar a una moto, y no sólo me sobró dinero al vender mi carro, también ahorro en mis traslados al trabajo”, comenta. La eficiencia de combustible de una motocicleta es, por lo general, mucho mayor que la de un automóvil, lo que se traduce en ahorros significativos en el gasto diario de transporte.
Este fenómeno no se limita a las motocicletas de combustión interna. También se observa un aumento en la popularidad de las motocicletas eléctricas. Algunos compradores las ven como una opción aún más económica a largo plazo. “Me compré una moto eléctrica en el Centro de Guadalajara. Me costó 25 mil pesos y no gasto en gasolina. Para recorridos cortos es una gran opción”, afirma un usuario. Estos vehículos eliminan por completo el gasto en combustible, aunque plantean otros desafíos relacionados con la infraestructura de carga y la vida útil de las baterías.
Patricia Martínez, titular del Instituto Metropolitano de Planeación (IMEPLAN), subraya la importancia de la facilidad de compra. Menciona el caso de municipios como Zapotlanejo, donde las motocicletas se entregan con pagos tan bajos como 75 pesos diarios y prácticamente sin requisitos. Esta política comercial, si bien impulsa las ventas, contribuye directamente al crecimiento desmedido del número de motos en circulación, muchas de las cuales operan en la informalidad.
Geográficamente, el mayor número de motocicletas se concentra en los municipios más poblados del área metropolitana: Zapopan, Guadalajara, Tlajomulco de Zúñiga, Tlaquepaque y Tonalá. No obstante, en localidades más pequeñas como Zapotlanejo, la densidad de motocicletas por vivienda es significativamente mayor, lo que indica que la tendencia no es exclusiva de las grandes urbes, sino que también se extiende a zonas rurales y semiurbanas, donde la motocicleta se ha convertido en un medio de transporte esencial para muchas familias.
Los Desafíos: Caos, Inseguridad y Falta de Cultura Vial
El rápido y desordenado crecimiento del parque de motocicletas ha traído consigo una serie de problemas graves, siendo los más evidentes los relacionados con la seguridad vial y la convivencia en las calles. Circular por las avenidas de Jalisco a menudo implica sortear a motociclistas que transitan entre carriles de manera imprudente, buscando ganar espacio o tiempo sin considerar los riesgos.
La falta de una cultura vial sólida es uno de los puntos más críticos. Muchos motociclistas (y también automovilistas) no respetan las normas básicas de tránsito. Es común ver motocicletas zigzagueando entre autos, sin usar direccionales, o incluso circulando en sentido contrario. Esta conducta temeraria no solo pone en riesgo al propio motociclista, sino también a los demás usuarios de la vía, incluyendo automovilistas, ciclistas y peatones.
Un aspecto alarmante es el creciente número de motocicletas que circulan sin seguro y sin placas. Esto no solo evade las responsabilidades legales y fiscales, sino que, en caso de accidente, deja a las partes afectadas en una situación de vulnerabilidad al no contar con un respaldo económico para cubrir daños o lesiones. Rafael González Bravo ya advertía sobre este riesgo, y la facilidad de compra sin un proceso riguroso de registro perpetúa esta situación.
Otro problema visible es el uso indebido de las motocicletas para transportar a múltiples pasajeros, a menudo excediendo la capacidad recomendada y poniendo en peligro a quienes viajan en ellas, incluyendo niños pequeños. José Juan Pablo Rojas Ramírez, especialista en movilidad urbana, señala que si bien algunos utilizan la moto como vehículo familiar por necesidad, llegando a transportar hasta cinco integrantes, esto deriva de la falta de acciones de las autoridades para contener estas violaciones y generar campañas de concientización efectivas.
La falta de atención por parte de las autoridades en la aplicación del reglamento de tránsito y en la promoción de una cultura vial adecuada es señalada por expertos como Fernando García de Quevedo, profesor del Tecnológico de Monterrey. Argumenta que el crecimiento exponencial de las motocicletas se suma a una ausencia general de cultura vial en México y Latinoamérica. Mientras otros países como Australia, Alemania o Italia han incorporado especificaciones en su infraestructura y fomentan una responsabilidad compartida entre usuarios y autoridades, en Jalisco la situación es de desorden.
¿Carriles Exclusivos? Un Debate Complejo
Ante el alto volumen de motocicletas, surge la pregunta sobre la viabilidad de implementar carriles confinados o exclusivos para ellas, como se ha hecho en algunos países con gran número de motos como Malasia, Indonesia o Tailandia. Sin embargo, la opinión de los expertos en movilidad en Jalisco no es favorable a esta idea para la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Fernando García de Quevedo Najar considera que las avenidas en la ZMG son, en general, demasiado estrechas para destinar un carril exclusivo a las motocicletas, especialmente considerando que ya existen segmentaciones importantes para ciclovías, transporte público (Peribús, Macrobús) y el Tren Ligero. Además, señala que los carriles exclusivos suelen ser una opción viable solo en ciudades donde las motocicletas representan un porcentaje mucho mayor del parque vehicular total, alrededor del 30% o más, cifra que en Jalisco es del 17%.
Para García de Quevedo, la solución no pasa por el confinamiento físico, sino por el cumplimiento del reglamento de movilidad. Esto implica que los motociclistas usen casco, tengan seguro, respeten el límite de pasajeros (una persona), sigan las señales de tránsito y circulen en el centro del carril, evitando zigzaguear. El problema, según él, radica en que los propios usuarios no respetan estas normas; es un problema de cultura vial y conciencia que debe ser atendido de raíz.
Esta perspectiva es compartida por otros especialistas y algunos actores políticos. Al consultar a las diputaciones de la Comisión de Movilidad y Transporte del Congreso de Jalisco, la diputada Susana de la Rosa (Futuro) expresó que, antes de pensar en carriles confinados para motocicletas, se debe elevar la discusión sobre cómo beneficiar a los usuarios más vulnerables: peatones y ciclistas. Propone ampliar banquetas, mejorar y expandir la infraestructura ciclista, y atender las deficiencias del transporte público, que sigue siendo una deuda pendiente con los ciudadanos y cuya mejora podría ofrecer una alternativa viable al uso de la motocicleta para algunos.
Hacia una Convivencia Segura: Mejorando la Cultura Vial
Abordar el fenómeno del crecimiento de motocicletas en Jalisco requiere un enfoque multifacético que involucre a ciudadanos, autoridades y la promoción de un cambio cultural. Mejorar la seguridad vial y la convivencia en las calles es fundamental para evitar que el boom de las motos se traduzca en un aumento aún mayor de accidentes y fatalidades.
Existen acciones concretas que, si se implementan de manera coordinada y constante, podrían generar un impacto positivo:
- Respetar el reglamento de tránsito: Tanto motociclistas como automovilistas deben adherirse estrictamente a las señales de tráfico, los límites de velocidad y las normas de circulación. El cumplimiento de las reglas básicas es la base de una convivencia segura.
- Circular en el centro del carril: Los motociclistas deben evitar transitar entre carriles o por los extremos. Ocupar el centro del carril los hace más visibles para los automovilistas y reduce el riesgo de ser impactados al intentar rebasar o cambiar de carril.
- Uso adecuado de cascos y equipo de protección: Es imperativo que todos los motociclistas y sus acompañantes utilicen cascos certificados y equipo de protección adecuado (chamarra, guantes, botas). Además, se debe respetar el límite de pasajeros por vehículo, que en la mayoría de los casos es de una sola persona además del conductor.
- Evitar los puntos ciegos: Los motociclistas deben ser conscientes de los puntos ciegos de los vehículos más grandes, especialmente camiones y autobuses, y evitar permanecer en ellos. Los conductores de autos, por su parte, deben revisar constantemente sus espejos y ser cautelosos al realizar giros o cambios de carril.
- Promover campañas de concientización vial: Las autoridades tienen la responsabilidad de diseñar e implementar programas educativos y campañas permanentes que informen a los usuarios sobre las normas de tránsito, los riesgos de las conductas imprudentes y la importancia del respeto mutuo en las vías públicas. Estas campañas deben ser creativas y llegar a todos los segmentos de la población.
- Mantener una distancia prudente: Guardar una distancia de seguridad adecuada entre vehículos permite tener tiempo suficiente para reaccionar ante frenadas repentinas u otros imprevistos. Esto aplica tanto para motociclistas como para automovilistas.
- Fomentar la cortesía vial: La paciencia, el respeto y la empatía son esenciales para reducir la tensión y los conflictos en el tránsito. Ceder el paso cuando es debido, evitar pitar innecesariamente y mostrar consideración hacia los demás contribuye a un ambiente vial más seguro y agradable.
El crecimiento de las motocicletas en Jalisco es un fenómeno complejo con profundas raíces económicas y sociales. Si bien ofrecen una alternativa de transporte accesible para muchos, los desafíos que plantean en términos de seguridad y orden vial son significativos. La solución no es sencilla y requiere la colaboración de todos: autoridades que apliquen y promuevan las normas, y ciudadanos que asuman su responsabilidad al volante o manubrio. Solo así se podrá transitar hacia un escenario donde el aumento de las motos no signifique un aumento proporcional en el caos y los accidentes.
Preguntas Frecuentes sobre Motocicletas en Jalisco
¿Cuántas motocicletas hay actualmente en Jalisco?
Según datos de 2023, hay más de 838 mil motocicletas registradas en el estado de Jalisco.
¿Qué tan rápido está creciendo el parque de motocicletas en Jalisco?
El crecimiento es muy rápido; entre 2022 y 2023, se sumaron más de 104 mil nuevas motocicletas, lo que equivale a unas 286 unidades por día. En el último sexenio, el número prácticamente se duplicó.
¿Por qué la gente compra tantas motocicletas en Jalisco?
Las principales razones son su bajo costo de adquisición y la facilidad para obtener financiamiento con requisitos mínimos y pagos semanales. El alto costo de la gasolina también impulsa a la gente a buscar alternativas más económicas.
¿Es legal circular en Jalisco sin placas o seguro de motocicleta?
El texto menciona que un problema es el creciente número de motocicletas sin seguro ni placas que circulan, lo que implica que no están formalmente registradas. La normativa de movilidad generalmente exige el registro y seguro para circular legalmente.
¿Jalisco tiene carriles exclusivos para motocicletas?
No, actualmente no existen carriles confinados para motocicletas en la Zona Metropolitana de Guadalajara, y los expertos consideran que la infraestructura vial actual no es adecuada para implementarlos. La solución se enfoca más en el cumplimiento de las normas y la cultura vial.
¿Cuáles son los principales problemas asociados al aumento de motocicletas?
Los problemas incluyen la falta de seguridad vial debido a la circulación imprudente (zigzagueo, entre carriles), el gran número de motocicletas sin seguro o placas, la sobrecarga de pasajeros y una deficiente cultura vial general.
¿Qué se puede hacer para mejorar la seguridad vial con tantas motos?
Las acciones clave incluyen el respeto estricto del reglamento de tránsito por parte de todos los usuarios, que los motociclistas circulen en el centro del carril, el uso obligatorio de casco y equipo de protección, evitar puntos ciegos, promover campañas de concientización y fomentar la cortesía vial.
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