29/09/2025
El Protocolo de Kioto representa un acuerdo internacional fundamental en la historia de la acción global contra el cambio climático. Nació de la necesidad urgente de abordar las crecientes emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que se identificaron como la causa principal del calentamiento global. Este protocolo no es un documento aislado, sino que funciona como un instrumento operativo y vinculante para poner en práctica los principios y objetivos establecidos en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), firmada previamente.

La atmósfera terrestre contiene diversos gases, algunos de los cuales son GEI naturales. Sin embargo, la actividad humana ha aumentado significativamente la concentración de ciertos gases, intensificando el efecto invernadero y provocando alteraciones en el clima del planeta. Los principales GEI identificados en la atmósfera terrestre incluyen el vapor de agua, el dióxido de carbono, el metano, el óxido de nitrógeno y el ozono. El Protocolo de Kioto se centró específicamente en un conjunto de estos gases, aquellos cuyas emisiones son mayoritariamente de origen antrópico (causadas por la actividad humana), buscando establecer límites y mecanismos para su reducción a nivel global.
- Origen y Adopción del Protocolo
- Los Gases Regulados por el Protocolo
- Compromisos y Responsabilidades Diferenciadas
- Los Periodos de Compromiso del Protocolo
- Mecanismos de Flexibilidad y Cumplimiento
- La Ratificación y el Papel de Países Clave
- El Protocolo en México y España
- Logros e Impacto del Protocolo
- Tabla Comparativa de Objetivos de Reducción (Primer Periodo 2008-2012)
- Preguntas Frecuentes sobre el Protocolo de Kioto
- ¿Qué es exactamente el Protocolo de Kioto?
- ¿Cuándo fue adoptado y cuándo entró en vigor?
- ¿Cuáles son los 6 gases regulados por el Protocolo de Kioto?
- ¿Por qué solo los países industrializados tenían objetivos obligatorios?
- ¿Qué son los Mecanismos de Flexibilidad?
- ¿Sigue vigente el Protocolo de Kioto?
- ¿Cómo participó México en el Protocolo?
- ¿Cuál fue el compromiso de España bajo el Protocolo?
Origen y Adopción del Protocolo
La gestación del Protocolo de Kioto tuvo lugar en el marco de la CMNUCC. Tras la firma y ratificación de la Convención por numerosos países, se hizo evidente la necesidad de establecer compromisos más concretos y vinculantes. La Conferencia de las Partes (COP) de la CMNUCC es el órgano supremo de la Convención, donde los países miembros se reúnen periódicamente para revisar su implementación. Fue durante la tercera Conferencia de las Partes (COP3), celebrada en Kioto, Japón, donde se negoció y finalmente se adoptó el texto del protocolo el 11 de diciembre de 1997. Este fue un momento crucial, ya que por primera vez se definieron objetivos de reducción de emisiones obligatorios, cuantificados y específicos para un grupo de países.
A pesar de su adopción en 1997, el Protocolo de Kioto no entró en vigor de inmediato. La entrada en vigor de un tratado internacional de esta magnitud suele depender de que un número suficiente de países lo ratifiquen, demostrando así su compromiso legal con sus disposiciones. En el caso del Protocolo de Kioto, se estableció que entraría en vigor 90 días después de que al menos 55 Partes de la Convención lo hubieran ratificado, y que estas Partes representaran al menos el 55% de las emisiones totales de dióxido de carbono de los países del Anexo I (países industrializados) en 1990. Este requisito de doble umbral (número de países y porcentaje de emisiones) subrayaba la necesidad de una participación significativa por parte de los principales emisores industrializados para que el acuerdo tuviera un impacto real.
La ratificación del Protocolo fue un proceso que llevó varios años y enfrentó diversos obstáculos políticos y económicos. Finalmente, el Protocolo de Kioto entró oficialmente en vigor el 16 de febrero de 2005, tras cumplirse las condiciones de ratificación necesarias. Este hito marcó el inicio de la implementación formal de sus compromisos y mecanismos.
Los Gases Regulados por el Protocolo
Si bien la atmósfera contiene varios gases de efecto invernadero, el Protocolo de Kioto se centró en seis gases específicos que son considerados los principales responsables del aumento de las emisiones de origen humano y, por ende, del calentamiento global. Estos seis gases, para los cuales se impusieron límites de emisión a los países industrializados, son:
- Dióxido de carbono (CO2)
- Metano (CH4)
- Óxido nitroso (N2O)
- Hidrofluorocarbonos (HFC)
- Perfluorocarbonos (PFC)
- Hexafloruro de azufre (SF6)
Estos gases provienen de diversas actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, la agricultura, la ganadería, procesos industriales y el uso de ciertos productos químicos. El Protocolo buscó abordar la reducción de las emisiones de estas sustancias de manera integral, considerando su potencial de calentamiento global.
Compromisos y Responsabilidades Diferenciadas
Uno de los principios clave que rige la CMNUCC y, por extensión, el Protocolo de Kioto, es el de "responsabilidades comunes pero diferenciadas". Este principio reconoce que todos los países comparten la responsabilidad de abordar el cambio climático, pero que tienen capacidades y responsabilidades históricas diferentes. Los países industrializados (conocidos como países del Anexo I en la Convención) son históricamente los mayores emisores de GEI y cuentan con mayores recursos económicos y tecnológicos. Por lo tanto, el Protocolo de Kioto estableció objetivos de reducción vinculantes *únicamente* para este grupo de países.
Los países en desarrollo, por otro lado, no tuvieron objetivos de reducción obligatorios bajo el Protocolo en su primer periodo. Se esperaba que contribuyeran a la acción climática de otras maneras, a través de esfuerzos voluntarios y la promoción del desarrollo sostenible, a menudo con el apoyo de los países desarrollados en términos de financiamiento y tecnología.
El objetivo conjunto para los países industrializados bajo el primer periodo de compromiso (2008-2012) fue reducir sus emisiones totales de GEI en al menos un 5,2% respecto a los niveles de 1990 (o 1995, dependiendo del gas). Sin embargo, este objetivo global se desglosó en metas específicas para cada país o grupo de países. Estas metas variaron significativamente, reflejando negociaciones y circunstancias nacionales:
- La Unión Europea (UE) y otras partes se comprometieron a una reducción del 8%.
- Estados Unidos se fijó un objetivo de reducción del 7%, aunque posteriormente no ratificó el Protocolo.
- Japón y Canadá se comprometieron a una reducción del 6%.
- Rusia se fijó un objetivo del 0%, es decir, mantener sus emisiones en los niveles de 1990.
- A algunos países industrializados se les permitió un aumento controlado de sus emisiones, como Australia (8%) o Islandia (10%).
Esta diferenciación en los objetivos fue un aspecto central del diseño del Protocolo, reflejando las complejas negociaciones y el principio de equidad histórica y capacidad.
Los Periodos de Compromiso del Protocolo
El Protocolo de Kioto se estructuró en periodos de compromiso para evaluar el cumplimiento de los objetivos. El primer periodo de compromiso abarcó los años 2008 a 2012. Durante este lapso, los países industrializados que habían ratificado el Protocolo debían cumplir sus metas de reducción de emisiones. Al finalizar este periodo, se realizó un balance para evaluar el desempeño de cada país.

La necesidad de continuar los esfuerzos de mitigación llevó a la negociación de un segundo periodo de compromiso. Este segundo periodo, conocido como la Enmienda de Doha, fue ratificado durante la decimoctava Conferencia de las Partes (COP18) en Doha, Catar. El segundo periodo de vigencia del Protocolo de Kioto se extendió desde enero de 2013 hasta diciembre de 2020. En este segundo periodo, algunos países que participaron en el primero decidieron no sumarse, mientras que otros mantuvieron o ajustaron sus compromisos. La Enmienda de Doha finalmente entró en vigor en 2020, justo cuando terminaba el segundo periodo, lo que tuvo implicaciones en su efectividad a largo plazo.
Mecanismos de Flexibilidad y Cumplimiento
Para ayudar a los países industrializados a alcanzar sus objetivos de reducción de emisiones de manera más flexible y a menor costo, el Protocolo de Kioto introdujo tres mecanismos basados en el mercado:
- Comercio de Emisiones: Permite a los países que han logrado reducir sus emisiones por debajo de sus objetivos vender el exceso de unidades de emisión a países que superan sus límites. Esto fomenta la reducción donde sea más económica. Este mecanismo contribuyó a la creación del Mercado del Carbono.
- Mecanismo para un Desarrollo Limpio (MDL): Permite a los países industrializados invertir en proyectos de reducción de emisiones en países en desarrollo. Estos proyectos pueden generar 'créditos de carbono' (Certificados de Reducción de Emisiones Verificadas o CERs) que el país inversor puede utilizar para cumplir una parte de su propio objetivo de reducción. El MDL busca fomentar el desarrollo sostenible en países en desarrollo al tiempo que facilita la mitigación global.
- Aplicación Conjunta (AC): Similar al MDL, pero permite a los países industrializados invertir en proyectos de reducción de emisiones en otros países industrializados (principalmente aquellos con economías en transición). Los proyectos de AC generan Unidades de Reducción de Emisiones (UREs).
Estos mecanismos fueron diseñados para aumentar la eficiencia económica de la reducción de emisiones, permitiendo que las inversiones se realicen donde los costos de mitigación son más bajos. Sin embargo, también fueron objeto de críticas por parte de algunos colectivos, que argumentaban que podrían permitir a los países desarrollados evitar reducciones internas significativas.
El Protocolo también incluyó un sistema de cumplimiento robusto con sanciones para los países que no cumplieran sus compromisos. Si un país del Anexo I superaba sus emisiones permitidas en el primer periodo de compromiso, se le imponía una penalización: en el segundo periodo de compromiso, su objetivo de reducción se incrementaría en un 30% de la cantidad excedida. Este sistema buscaba asegurar la seriedad de los compromisos adquiridos.
Es importante notar que, según la información proporcionada, la energía nuclear quedó excluida de los mecanismos diseñados para favorecer la consecución de los objetivos marcados por el Protocolo mediante el intercambio de tecnología y emisiones.
La Ratificación y el Papel de Países Clave
La entrada en vigor del Protocolo dependía, como se mencionó, de la ratificación por un número clave de países. El proceso no fue sencillo. Estados Unidos, uno de los mayores emisores históricos y parte fundamental en las negociaciones, firmó el Protocolo en 1998 bajo la presidencia de Bill Clinton. Sin embargo, la ratificación requería la aprobación del Senado estadounidense, que se mostró reacio, en parte por la ausencia de compromisos vinculantes para los países en desarrollo y por preocupaciones sobre el impacto económico. En 2001, la Administración Bush anunció la retirada de Estados Unidos del Protocolo, un golpe significativo para el acuerdo.
Tras la retirada de Estados Unidos, la ratificación de Rusia se volvió crucial para cumplir el umbral del 55% de las emisiones del Anexo I necesario para la entrada en vigor. Rusia inicialmente mostró reticencia. Sin embargo, la gran presión diplomática por parte de la Unión Europea, junto con la posibilidad de financiación para la reconversión industrial y la modernización de sus instalaciones (particularmente en el sector petrolero), facilitaron el proceso. Según la información proporcionada, tras la ratificación del acuerdo por parte de Rusia en noviembre de 2014 (aunque el Protocolo entró en vigor en 2005, lo que sugiere una posible inconsistencia en la fuente o una referencia a la Enmienda de Doha), el Protocolo finalmente se activó, con su entrada en vigor el 16 de febrero de 2005.
El Protocolo en México y España
El Protocolo de Kioto tuvo repercusiones y fue implementado de manera diferente en diversas partes del mundo, incluyendo México y España.
En el caso de México, el país firmó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 1992 y la ratificó ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1993. Respecto al Protocolo de Kioto, México lo ratificó en el año 2000. Como país en desarrollo, México no tuvo objetivos de reducción obligatorios en el primer periodo del Protocolo. Sin embargo, el Protocolo promueve el desarrollo sustentable en países en desarrollo, y México se convirtió en un actor importante en este ámbito. Según la información proporcionada, México alcanzó el quinto lugar a nivel mundial en el desarrollo de proyectos bajo el Mecanismo para Desarrollo Limpio (MDL). Estos proyectos se enfocaron en áreas clave para la mitigación de emisiones y el desarrollo sostenible, como la recuperación de metano (por ejemplo, en rellenos sanitarios), el impulso de energías renovables (eólica, solar, etc.), la mejora de la eficiencia energética en diversos sectores, la optimización de procesos industriales para reducir su impacto ambiental, y el manejo adecuado de desechos, entre otros.
España, como miembro de la Unión Europea, abordó sus compromisos bajo el paraguas de la UE. El Gobierno español firmó el Protocolo de Kioto en 1998 y lo ratificó en 2002. La Unión Europea adquirió un compromiso conjunto de reducir sus emisiones en un 8% respecto a los niveles de 1990-1995 para el primer periodo del Protocolo. Dentro de la UE, se realizó una distribución interna de este objetivo entre los estados miembros, teniendo en cuenta sus circunstancias particulares. En estas negociaciones internas, España adquirió el compromiso de limitar el crecimiento de sus emisiones a un máximo del 15% respecto a los niveles de 1990-1995. Este objetivo implicaba permitir un aumento controlado de emisiones, reconociendo la situación de crecimiento económico y desarrollo de infraestructuras que vivía el país en ese momento, pero aun así, establecía un límite a dicho crecimiento en comparación con un escenario sin restricciones.
Logros e Impacto del Protocolo
A pesar de los desafíos, la participación incompleta y las complejidades de su implementación, el Protocolo de Kioto logró varios avances significativos en la lucha contra el cambio climático:
- Legislación y Políticas Nacionales: Impulsó a los gobiernos de los países suscribientes a establecer leyes y políticas internas para cumplir sus compromisos ambientales. Esto incluyó la creación de agencias ambientales más fuertes, la implementación de normativas sobre emisiones, y la promoción de tecnologías más limpias.
- Integración Ambiental en Decisiones Empresariales: Fomentó que las empresas, especialmente en los países industrializados, tuvieran en cuenta el medio ambiente al tomar decisiones de inversión. La posibilidad de ser penalizadas por altas emisiones o la oportunidad de participar en el mercado del carbono incentivó a las compañías a invertir en eficiencia energética, energías renovables o procesos productivos menos contaminantes.
- Fomento del Mercado del Carbono: El Protocolo fue pionero en la creación y consolidación del mercado del carbono a nivel internacional. Este mercado, a través del comercio de derechos de emisión y los mecanismos de proyecto (MDL y AC), demostró que era posible asignar un precio a las emisiones de GEI, creando un incentivo económico para reducirlas al menor costo posible. Aunque imperfecto, sentó las bases para futuros sistemas de comercio de emisiones.
- Promoción del Desarrollo Sustentable: Especialmente a través del MDL, el Protocolo canalizó inversiones hacia proyectos ambientales en países en desarrollo, contribuyendo a la transferencia de tecnología limpia y al fomento de prácticas más sostenibles en diversas áreas económicas.
El Protocolo de Kioto fue, por tanto, un experimento audaz y un primer paso legalmente vinculante a gran escala para abordar un problema ambiental global. Aunque su alcance y efectividad fueron limitados por la falta de participación universal y otros factores, sentó precedentes importantes, creó infraestructuras (como el mercado del carbono y los mecanismos de proyecto) y generó experiencia que sería invaluable para futuras negociaciones y acuerdos climáticos.

Tabla Comparativa de Objetivos de Reducción (Primer Periodo 2008-2012)
| País/Grupo | Objetivo de Reducción/Aumento (%) | Base (Generalmente 1990/1995) |
|---|---|---|
| Conjunto Países Anexo I | -5.2% | 1990/1995 |
| Unión Europea (UE) y otros | -8% | 1990/1995 |
| Estados Unidos | -7% | 1990/1995 |
| Japón y Canadá | -6% | 1990/1995 |
| Rusia | 0% | 1990/1995 |
| Australia | +8% | 1990/1995 |
| Islandia | +10% | 1990/1995 |
| España (como parte de la UE) | Límite crecimiento +15% | 1990/1995 |
Preguntas Frecuentes sobre el Protocolo de Kioto
¿Qué es exactamente el Protocolo de Kioto?
Es un acuerdo internacional que opera bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, cuyo objetivo principal es reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero de origen humano que causan el Cambio Climático.
¿Cuándo fue adoptado y cuándo entró en vigor?
Fue adoptado el 11 de diciembre de 1997 en Kioto, Japón, y entró en vigor el 16 de febrero de 2005, tras cumplir con los requisitos de ratificación por parte de un número suficiente de países industrializados que representaran un porcentaje clave de las emisiones.
¿Cuáles son los 6 gases regulados por el Protocolo de Kioto?
Los seis gases principales regulados son: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafloruro de azufre (SF6).
¿Por qué solo los países industrializados tenían objetivos obligatorios?
Siguiendo el principio de "responsabilidades comunes pero diferenciadas" de la CMNUCC, se consideró que los países industrializados tenían una mayor responsabilidad histórica en las emisiones acumuladas y mayores recursos para liderar los esfuerzos de reducción.
¿Qué son los Mecanismos de Flexibilidad?
Son herramientas como el Mecanismo para Desarrollo Limpio (MDL), la Aplicación Conjunta y el Comercio de Emisiones, diseñadas para ayudar a los países industrializados a cumplir sus objetivos de reducción de emisiones de manera más flexible y a menor costo, a menudo invirtiendo en proyectos de reducción fuera de sus fronteras.
¿Sigue vigente el Protocolo de Kioto?
El segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, establecido por la Enmienda de Doha, abarcó hasta diciembre de 2020. Si bien los compromisos vinculantes bajo Kioto finalizaron en 2020, el Protocolo sentó las bases y la experiencia para el posterior Acuerdo de París, que lo sucedió como el principal marco global para la acción climática.
¿Cómo participó México en el Protocolo?
México firmó y ratificó el Protocolo. Como país en desarrollo, no tuvo objetivos obligatorios de reducción, pero fue un participante destacado en el Mecanismo para Desarrollo Limpio, implementando numerosos proyectos en áreas como energías renovables y manejo de desechos.
¿Cuál fue el compromiso de España bajo el Protocolo?
España, como miembro de la UE, se comprometió a limitar el crecimiento de sus emisiones a un máximo del 15% respecto a los niveles de 1990-1995, como parte del objetivo general de la UE de reducir sus emisiones en un 8%.
En resumen, el Protocolo de Kioto fue un paso pionero y ambicioso en la gobernanza ambiental global. Aunque enfrentó desafíos significativos y su alcance fue limitado, logró poner en marcha compromisos vinculantes para los países industrializados, impulsó la creación de políticas climáticas nacionales, fomentó la consideración ambiental en el sector empresarial y estableció mecanismos innovadores como el Mercado del Carbono y el MDL, sentando las bases para los esfuerzos futuros en la lucha contra el cambio climático.
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