Who makes Renault engines?

La Fábrica Cléon: Corazón de Renault

15/09/2025

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En el vasto y complejo mundo de la fabricación automotriz, pocas instalaciones alcanzan el estatus de leyenda. La fábrica de Cléon, situada en el norte de Francia, es una de ellas. Desde su inauguración en 1958, esta planta se ha erigido como el centro neurálgico de la producción de motores y cajas de cambios para el Grupo Renault, demostrando una capacidad asombrosa para reinventarse y adaptarse a los tiempos, desde la era de los motores de combustión interna más emblemáticos hasta la vanguardia de la movilidad eléctrica.

Who makes Renault engines?
Since its inauguration in 1958, the Renault Group's Cléon factory has produced a wide range of engines, each carrying the hallmark of the factory's ingenuity and expertise.

En el corazón de esta megafábrica, enormes piezas de maquinaria cobran vida al amanecer. Las líneas de producción están coordinadas con una precisión tan alta que recuerdan a una orquesta perfectamente afinada. Los operadores ensamblan componentes para producir motores y cajas de cambios, supervisando cada paso del proceso para garantizar la calidad y confiabilidad del producto terminado. Desde el meticuloso diseño de los primeros motores hasta el desarrollo de las tecnologías más sofisticadas, Cléon ha personificado el espíritu pionero de una fábrica que siempre se ha redefinido para adaptarse a las épocas.

Índice de Contenido

Una Historia de Innovación: Motores Icónicos Nacidos en Cléon

Desde sus inicios, la fábrica de Cléon ha sido cuna de una amplia gama de motores, cada uno portando el sello distintivo del ingenio y la experiencia de la planta. El logro mecánico más famoso sigue siendo el inconfundible motor Cléon fonte, también conocido como motor tipo C. Presentado por primera vez en el Salón del Automóvil de Ginebra en 1962, este motor representó un desarrollo crucial que continuó siendo relevante incluso tres décadas después. Fue instalado en una gran variedad de modelos Renault, demostrando su versatilidad y robustez. Entre los vehículos que lo equiparon se encuentran el Floride, el Alpine A110, el Renault 5 y Super 5, el Renault 8, el Renault 12 y el Renault 18. Su utilidad también se extendió a vehículos comerciales como la Estafette y su sucesora, la primera generación del Trafic.

Las diversas adaptaciones técnicas realizadas a este motor convirtieron a la fábrica de Cléon en un auténtico laboratorio tecnológico. Por ejemplo, en 1981, la junta de la tapa de válvulas inferior y el tren de válvulas, inicialmente fabricados con corcho, comenzaron a fabricarse con silicona, lo que requirió nuevas técnicas para retirar los sellos. La disposición del motor también evolucionó significativamente. Para los Renault 9 y 11, el montaje pasó de ser longitudinal, con ensamblaje simultáneo con la caja de cambios y el motor de arranque, a un montaje transversal. Este cambio redujo considerablemente el ruido dentro del vehículo y llevó a la sustitución del tensor hidráulico de la cadena de distribución por un dispositivo de tensión mecánica, mejorando así el rendimiento y la durabilidad del motor. El motor tipo C fue uno de los primeros en adoptar la ignición electrónica, el turbocompresor y los sistemas de inyección, tecnologías que eran de vanguardia en su momento. Su éxito se cuantifica en sus impresionantes cifras de producción: ¡más de 14 millones de motores tipo C fueron construidos en Cléon!

Más allá del Cléon Fonte, Cléon dio vida a otras leyendas del camino. Los motores tipo F y tipo G son dos proezas de la ingeniería que han dejado huella en carreteras de todo el mundo. El motor F7P, por ejemplo, destacaba por su culata de aleación de 16 válvulas, un kit de doble muelle de válvula y dos árboles de levas. Este motor fue el elegido para equipar deportivos icónicos como el Renault 19 16S, el Clio Williams y el Spider, vehículos que se beneficiaron de su rendimiento y tecnología avanzada para la época.

Por su parte, el motor tipo G fue instalado en modelos de gama alta del Grupo Renault, como el Laguna, Safrane, Vel Satis, Espace y Avantime. Introdujo una serie de innovaciones revolucionarias, incluyendo la biela de dos piezas, lo que redujo significativamente los costos de mecanizado. Además, la calibración de los inyectores fue revolucionada para cumplir con las nuevas normas ambientales del momento, demostrando la capacidad de Cléon para adaptarse a las exigencias cambiantes. El motor tipo G también fue pionero en el uso de ejes de equilibrado, garantizando un rendimiento excepcional y un confort de conducción inigualable, especialmente en vehículos de mayor tamaño y lujo.

Cajas de Cambios Legendarias Fabricadas en Cléon

La fábrica de Cléon no solo es reconocida por sus legendarios motores, sino también por sus cajas de cambios que han impulsado numerosos modelos Renault a lo largo de las décadas. La producción de cajas de cambios comenzó temprano en la historia de la fábrica. Las primeras cajas de cambios producidas en Cléon fueron para los modelos Dauphine y 4CV, denominadas cajas de cambios B2 y B3, haciendo referencia al número de velocidades disponibles. Estas cajas sentaron las bases para la experiencia de la fábrica en la transmisión de potencia.

La década de 1980 vio el desarrollo de las cajas de cambios tipo J, que incorporaban rodamientos de bolas o cónicos. Estas cajas de cambios fueron extremadamente exitosas y duraderas, con una cifra de producción asombrosa de más de 21 millones de unidades. Este volumen destaca la demanda y la confiabilidad de estas transmisiones.

Posteriormente, en 1991, Cléon comenzó la fabricación de las cajas de cambios manuales tipo P. Estas cajas ofrecían cinco o seis velocidades, dependiendo de la versión, proporcionando mayor flexibilidad y rendimiento a los vehículos. La producción de este tipo de caja de cambios continúa hasta el día de hoy, habiendo alcanzado ya la cifra de 8 millones de unidades producidas, lo que demuestra su relevancia y longevidad en la línea de producción de Cléon.

La Evolución de los Procesos y la Tecnología de Fabricación

A lo largo de las décadas, la fábrica de Cléon ha buscado constantemente la excelencia reinventando sus prácticas de fabricación. Los primeros procesos de mecanizado se realizaban con máquinas de un solo propósito, diseñadas específicamente para cada parte del proceso. Esto era eficiente para tareas específicas pero limitaba la flexibilidad.

La fábrica luego evolucionó hacia el mecanizado simultáneo en equipos estacionarios, una mejora que aumentó la eficiencia al permitir que varias operaciones se realizaran en una sola pieza al mismo tiempo. La automatización marcó un hito importante con la introducción de líneas de transferencia, creando un flujo de producción continuo y optimizado que redujo los tiempos de ciclo.

El siguiente gran cambio fue la transición a líneas flexibles. Estas líneas están equipadas con unidades de mecanizado de vanguardia que permiten ahorrar tiempo al cambiar entre la producción de diferentes piezas, garantizando al mismo tiempo la alta calidad de los productos. Esta flexibilidad es crucial en la industria automotriz moderna, que requiere la capacidad de producir diferentes variantes y adaptarse rápidamente a las demandas del mercado.

Cléon ha impulsado un considerable progreso tecnológico en diversas áreas. Por ejemplo, los tratamientos termoquímicos, esenciales para mejorar la durabilidad de los componentes metálicos, han evolucionado de una línea de producción básica a configuraciones sofisticadas que integran paneles y transportadores, lo que ha reducido los tiempos de ensamblaje y mejorado la eficiencia del proceso. La introducción de la robótica también revolucionó el proceso de producción. Si en la década de 1960 las alertas de fallos se señalaban mediante una luz de advertencia genérica, hoy en día las interfaces hombre-máquina proporcionan descripciones detalladas de cada fallo, permitiendo una identificación y resolución de problemas mucho más rápida y precisa.

La integración de tratamientos termoquímicos avanzados, en particular la carburación a baja presión, ha mejorado significativamente la durabilidad y resistencia de los componentes críticos del motor y la caja de cambios. Cléon también ha modernizado el trabajo de fundición, pasando de la fundición de piezas individuales con circuitos de baja presión a productos que integran circuitos de alta presión, lo que requiere una experiencia y precisión específicas. Incluso detalles como los dientes de los piñones en los reductores eléctricos de vehículos híbridos y eléctricos han sido modificados para reducir el ruido, demostrando la atención al detalle y la búsqueda de la excelencia en cada etapa.

El Desafío y el Éxito de la Electrificación

Para satisfacer las necesidades del mundo moderno y en respuesta a la creciente importancia de la movilidad sostenible, la fábrica de Cléon comenzó a enfocarse en la electrificación hace mucho tiempo, realizando los primeros estudios sobre el motor del ZOE. En ese momento, era como adentrarse en un territorio inexplorado. La tecnología eléctrica presentaba serios desafíos.

En primer lugar, era necesario aprender a producir motores eléctricos de manera efectiva, una experiencia que en ese momento era rara en la industria. Luego, los operadores que se habían especializado en motores de combustión interna y cajas de cambios convencionales debían ser capacitados y reubicados para trabajar en vehículos eléctricos. A pesar de estos obstáculos, el primer motor eléctrico salió de las líneas de producción de Cléon en abril de 2015 para impulsar el Renault ZOE, marcando un hito importante en la historia de la fábrica.

Patrice Duhaut, Process Expert Leader, compartió la experiencia de esta transición: “Aprendimos que, aunque los vehículos eléctricos tienen menos piezas, la tecnología es altamente compleja y requiere un alto grado de precisión. Nuestra fuerza reside en la experiencia acumulada durante décadas produciendo motores y cajas de cambios, y es esta experiencia la que nos distingue. En 2017, creamos una división para enfocarnos específicamente en el proceso eléctrico. Comenzó con solo cinco personas, pero desde entonces hemos buscado e incorporado una gran cantidad de talento, y nuestro equipo ahora está compuesto por más de 40 expertos. Cada día, seguimos aprendiendo, creciendo y superando los límites de la innovación eléctrica”.

Con el tiempo, la fábrica ha continuado evolucionando en el campo eléctrico, produciendo el motor 5A para Renault y sus socios y desarrollando mejoras para modelos como el Kangoo. Este motor síncrono de rotor bobinado, construido sin tierras raras, fue el primero de su tipo, personificando la experiencia de esta fábrica icónica. La introducción del motor 6A, instalado en el Megane E-Tech eléctrico y el nuevo Scenic E-Tech eléctrico, representa un gran avance con su diseño que ofrece un 30% más de potencia en un motor un 30% más compacto, demostrando la capacidad de Cléon para liderar en eficiencia y densidad de potencia.

Para acelerar el ritmo de esta transformación y mantenerse a la vanguardia del progreso tecnológico, Cléon abrió una 'universidad eléctrica'. Esta iniciativa subraya el compromiso de la fábrica con la capacitación y el desarrollo de sus empleados en las nuevas tecnologías. Más de 3,000 personas trabajan actualmente en los talleres de Cléon, contribuyendo al éxito de esta transformación radical.

Cléon en Cifras: La Escala de una Megafábrica

Para mirar más allá de la colmena de actividad que late constantemente en la fábrica de Cléon, los números cuentan una historia impresionante de progreso industrial y escala de producción. Un récord de producción que habla por sí mismo:

Tipo de ComponenteCantidad Producida
Motores Tipo C (Cléon Fonte)14,512,000
Motores Tipo F14,520,000
Cajas de Cambios Tipo J21,139,294
Cajas de Cambios Tipo P (Hasta ahora)8,000,000
Total Motores y Cajas de Cambios Producidos (Hasta 2023)100,000,000

La marca de los 100 millones de componentes producidos es un testimonio asombroso de la longevidad, la capacidad y la eficiencia de la fábrica de Cléon. Thomas Denis, Director de la Megafábrica de Cléon, expresó su orgullo por este logro: “Estamos muy orgullosos de haber alcanzado el hito de los 100 millones de componentes. Esta increíble hazaña se logró gracias al compromiso, la experiencia y el rendimiento de las personas que han estado operando la Megafábrica de Cléon durante décadas. Refleja la capacidad de nuestros equipos para mantenerse al tanto de los cambios tecnológicos derivados de la transformación de la industria automotriz. Ya sea en lo que respecta a la excelencia operativa, la digitalización o la descarbonización, la fábrica de Cléon continúa evolucionando para permitir al Grupo Renault seguir su estrategia de electrificación”.

Otras cifras impresionantes reflejan la sofisticación y escala de esta fábrica con sede en el norte de Francia: 250 vehículos guiados automáticamente (AGV) se desplazan por las líneas de producción cada día para reponer las estaciones de trabajo, optimizando la logística interna. 648 robots, incluyendo 89 robots colaborativos, forman parte integral del proceso de fabricación, mejorando la precisión y la eficiencia. En el motor 6AM, se realizan 1,800 puntos de inspección, subrayando el riguroso control de calidad. Además, 50 familias de piezas son mecanizadas cada día, incluyendo componentes clave como árboles de levas, tapas de válvulas y cigüeñales para motores de combustión interna, así como ejes de transmisión, transejes, piñones para cajas de cambios, ejes de rotor, carcasas de bloqueo y piñones para motores eléctricos, demostrando la diversidad de la producción en Cléon.

El Factor Humano en Cléon

Detrás de las impresionantes máquinas y las cifras de producción, está el espíritu humano que ha impulsado a Cléon durante más de seis décadas. Didier Van-Tornhout, quien trabajó en la fábrica durante casi 40 años, recordó cómo el equipo compartía y aprendía constantemente durante su tiempo allí. “Siempre había un buen ambiente en los talleres y todos se apoyaban mutuamente. De hecho, conocí a mi esposa en la fábrica, a pesar de que habíamos trabajado en el mismo taller durante años antes de que realmente entráramos en contacto. A lo largo de mi carrera, hice unos 60 cursos de formación para aprender sobre motores, ensamblaje, seguridad y calidad, y pude ascender en el taller y en mi carrera como ingeniero”. Este tipo de historias resalta el compromiso de la fábrica con el desarrollo de su personal y la importancia del compañerismo.

La transición hacia la producción de motores eléctricos también fue un desafío humano. Los operadores especializados en motores de combustión tuvieron que adquirir nuevas habilidades. La creación de la división eléctrica y la ‘universidad eléctrica’ son ejemplos del compromiso de Cléon con la capacitación y adaptación de su fuerza laboral para las tecnologías del futuro.

Preguntas Frecuentes sobre la Fábrica de Cléon

¿Dónde se encuentra la fábrica de Cléon?
La fábrica de Cléon está ubicada en Cléon, una comuna en el departamento de Sena Marítimo, en la región de Normandía, al norte de Francia.

¿Qué tipos de componentes produce principalmente la fábrica de Cléon?
Cléon es la principal fábrica del Grupo Renault para la producción de motores y cajas de cambios, tanto para vehículos de combustión interna como, cada vez más, para vehículos eléctricos.

¿Cléon produce motores solo para Renault?
Aunque Cléon es una fábrica clave para el Grupo Renault, el texto menciona que produce el motor 5A "para Renault y sus socios", lo que sugiere que algunos motores o componentes podrían ser suministrados a otras entidades o alianzas del grupo.

¿Cuántos empleados trabajan en la fábrica de Cléon?
Según la información proporcionada, más de 3,000 personas trabajan actualmente en los talleres de Cléon.

Conclusión

La fábrica de Cléon es mucho más que una instalación de producción; es un pilar fundamental en la historia y el futuro del Grupo Renault. Desde los millones de motores y cajas de cambios que han impulsado vehículos icónicos durante décadas hasta su audaz transición hacia la producción de motores eléctricos de vanguardia, Cléon ha demostrado una capacidad inigualable para innovar, adaptarse y mantener los más altos estándares de calidad. Su historia es un testimonio del ingenio industrial, la evolución tecnológica y el compromiso de las personas que trabajan allí. A medida que la industria automotriz continúa su transformación hacia la electrificación, Cléon se posiciona como un actor clave, listo para seguir siendo el corazón que impulsa a Renault en los años venideros.

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