05/10/2025
Para muchos profesionales, el coche de empresa no es solo un medio de transporte, sino una herramienta fundamental de trabajo. Conductores de reparto, comerciales, técnicos de campo... todos dependen de un vehículo para desempeñar sus funciones. Pero, ¿qué ocurre si, en el transcurso de la jornada laboral o en un desplazamiento relacionado con el trabajo, se produce un accidente de tráfico con este vehículo? Las implicaciones legales, laborales y económicas pueden ser complejas y dependen de múltiples factores, desde las circunstancias exactas del siniestro hasta la normativa aplicable y la política interna de la compañía.

Comprender quién asume la responsabilidad, cómo se gestionan los daños (personales y materiales) y si se considera o no un accidente laboral es crucial tanto para el empleado como para la empresa. En este artículo, profundizaremos en estos aspectos, desglosando los diferentes escenarios posibles y arrojando luz sobre este tema tan relevante en el ámbito del transporte profesional y empresarial.
- El vehículo de empresa: Una herramienta bajo responsabilidad
- Clasificación de accidentes con vehículo de empresa
- Responsabilidad legal en caso de accidente
- El papel del seguro y la mutua
- ¿Qué hacer inmediatamente después de un accidente?
- Preguntas frecuentes sobre accidentes con vehículo de empresa
- Prevención: La mejor estrategia
El vehículo de empresa: Una herramienta bajo responsabilidad
Es fundamental entender que, aunque un empleado utilice un vehículo de empresa, incluso si se le permite su uso particular, la propiedad y, en gran medida, la responsabilidad recae en la compañía. Sin embargo, la línea de la responsabilidad puede volverse difusa en caso de accidente. La clave para determinar las consecuencias suele estar en si el siniestro se produjo en el contexto de la actividad laboral. Cuando un accidente ocurre mientras el empleado está trabajando o desplazándose por motivos laborales, generalmente se considera un accidente laboral.
La legislación laboral y de tráfico establece distintas categorías para los accidentes que involucran vehículos de empresa, especialmente cuando se trata de determinar si tienen el carácter de accidente de trabajo. Analizar estas categorías nos ayuda a comprender mejor el marco legal aplicable y las responsabilidades asociadas.
Clasificación de accidentes con vehículo de empresa
No todos los accidentes con un coche de empresa se tratan de la misma manera. La ley distingue principalmente entre accidentes que ocurren durante la jornada laboral "en misión", aquellos que se producen al ir o volver del trabajo ("in itinere"), y los que sufren los conductores profesionales cuya actividad principal es la conducción. Cada uno de estos tipos tiene sus propias particularidades y requisitos para ser considerado accidente de trabajo.
Accidente “in misión” con vehículo de empresa
Este tipo de accidente ocurre cuando un trabajador utiliza el vehículo de la empresa para un desplazamiento específico requerido por su empleador, fuera de su centro de trabajo habitual. Ejemplos comunes incluyen ir a una reunión con un cliente, realizar una gestión bancaria para la empresa, o desplazarse a otra sede de la compañía. Para que se considere un accidente “in misión”, el siniestro debe ocurrir:
- Durante la prestación de servicios encomendados por la empresa.
- En un desplazamiento que no sea el habitual de casa al trabajo o viceversa.
- Dentro del tiempo de actividad laboral, excluyendo momentos de ocio o descanso personal.
La jurisprudencia es clara al señalar que debe haber una relación directa entre el desplazamiento y la función laboral. Si el trabajador se desvía significativamente de la ruta por motivos personales, el accidente podría dejar de considerarse “in misión”.
Accidente “in itinere” con vehículo de empresa
El accidente “in itinere” es quizás el más conocido en el ámbito laboral. Se refiere a los accidentes que ocurren en el trayecto habitual y directo entre el domicilio del trabajador y su lugar de trabajo, o viceversa. Aunque pueda ocurrir con un vehículo particular, si el empleado utiliza un coche de empresa para este desplazamiento, también puede considerarse “in itinere”.
Para que un accidente sea calificado como “in itinere”, generalmente se deben cumplir los siguientes requisitos:
- Que ocurra en el camino de ida o vuelta al trabajo.
- Que el trayecto sea el habitual y no se haya interrumpido o desviado por motivos personales no relacionados con el trabajo (a menos que sean interrupciones consideradas 'normales' o 'lógicas' como dejar a los hijos en el colegio, aunque este punto puede generar debate y depende de la jurisprudencia específica).
- Que se produzca dentro del tiempo inmediatamente anterior o posterior a la jornada laboral.
- Que se utilice un medio de transporte adecuado.
Demostrar que se cumplen estos requisitos es fundamental para que el accidente con el vehículo de empresa sea reconocido como accidente laboral “in itinere”.
Accidentes de conductores/as profesionales
Para aquellos trabajadores cuya actividad principal es la conducción, como camioneros, taxistas, conductores de autobús o VTC, el vehículo es su centro de trabajo. Los accidentes que sufren estos profesionales durante el desempeño de su actividad laboral tienen una consideración especial dentro de la normativa de accidentes de trabajo debido a la naturaleza intrínseca de su profesión. Cualquier siniestro que ocurra mientras están ejerciendo su labor de conducción para la empresa suele ser considerado un accidente laboral, sin necesidad de encajarlo estrictamente en las categorías “in misión” o “in itinere”, aunque las circunstancias exactas (por ejemplo, si estaban fuera de servicio) seguirán siendo determinantes.
Responsabilidad legal en caso de accidente
Una de las preguntas más importantes tras un accidente con un vehículo de empresa es determinar quién es el responsable legal y, por tanto, quién asume los costes asociados. Como en cualquier accidente de tráfico, la responsabilidad se establece en función de quién tuvo la culpa del siniestro.
En el contexto de un accidente laboral con vehículo de empresa, la gestión inicial recae sobre la empresa, que debe notificar el siniestro a su mutua de accidentes de trabajo. La mutua se hará cargo de la asistencia sanitaria, la baja laboral y la rehabilitación del empleado si ha sufrido lesiones. El seguro del vehículo de empresa, por su parte, cubrirá los daños materiales y personales a terceros según las condiciones de la póliza.
Sin embargo, la cuestión de quién paga los daños propios del vehículo de empresa y si el empleado es responsable de algo más allá de su recuperación física depende de la determinación de la culpa.
Responsabilidad del empleado
El empleado puede ser considerado responsable del accidente y, por tanto, de los daños causados (incluyendo los del vehículo de empresa) si se determina que el siniestro ocurrió por su imprudencia o negligencia grave. Algunos ejemplos de conductas que podrían llevar a considerar la responsabilidad del trabajador incluyen:
- Incumplir gravemente las normas de tráfico (exceso de velocidad, saltarse un semáforo en rojo, etc.).
- Conducir bajo los efectos del alcohol o drogas.
- Uso negligente del vehículo.
- No respetar las indicaciones de la empresa relativas al uso del vehículo.
- Conducir sin el permiso de conducir en regla o con el permiso caducado.
- No asegurar correctamente la carga transportada, si fuera su función.
Si se demuestra que la culpa del accidente recae en la imprudencia del empleado, la empresa podría reclamarle los daños sufridos por el vehículo o, en casos extremos, incluso otras responsabilidades. Sin embargo, es importante destacar que esta reclamación debe estar justificada y, a menudo, se limita a casos de negligencia grave o dolo (intención de causar el daño).
Responsabilidades de la empresa
La empresa tiene importantes responsabilidades en materia de prevención de riesgos laborales, que incluyen la seguridad vial de sus empleados que utilizan vehículos. Entre las obligaciones de la compañía se encuentran:
- Asegurarse de que los trabajadores que conducen tienen los permisos necesarios y están aptos médicamente para ello.
- Mantener los vehículos de empresa en condiciones óptimas de seguridad (revisiones, mantenimiento preventivo).
- Asegurar que los vehículos cuentan con la documentación y seguros obligatorios en regla.
- Proporcionar formación o información sobre conducción segura y preventiva, especialmente si el trabajo implica largos desplazamientos o condiciones especiales.
- Planificar las rutas y los tiempos de descanso para evitar la fatiga en conductores profesionales.
Si se produce un accidente y se demuestra que la empresa ha incumplido sus obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales, esto podría tener consecuencias legales y sanciones para la compañía, independientemente de quién tuvo la culpa del accidente de tráfico en sí. Además, si el accidente se debe a una falta de mantenimiento del vehículo por parte de la empresa, la responsabilidad recaería sobre ella.
El papel del seguro y la mutua
Como mencionamos, en un accidente laboral con vehículo de empresa, intervienen principalmente dos entidades: la mutua de accidentes de trabajo y el seguro del vehículo.
La mutua gestiona todo lo relacionado con las lesiones del trabajador: asistencia médica, bajas, tratamientos, etc. En caso de secuelas, la mutua, junto con la Seguridad Social, determinará si existe derecho a indemnizaciones o prestaciones por incapacidad.
El seguro del vehículo cubre los daños a terceros (otros vehículos, propiedades, lesiones a otras personas) según la póliza contratada (a terceros, a todo riesgo, etc.). También puede cubrir los daños propios del vehículo de empresa si la póliza es a todo riesgo y el accidente no fue culpa del conductor del vehículo de empresa, o si, siéndolo, la póliza lo cubre (por ejemplo, un seguro a todo riesgo con franquicia).
La empresa es quien debe gestionar la reclamación al seguro por los daños materiales del vehículo y, en representación del trabajador, reclamar las indemnizaciones que pudieran corresponderle por las lesiones sufridas al seguro del vehículo culpable del accidente (si no fue culpa del empleado).
¿Qué hacer inmediatamente después de un accidente?
Si un empleado sufre un accidente con un vehículo de empresa, los pasos a seguir son similares a los de cualquier otro accidente de tráfico, pero con la particularidad de involucrar a la empresa:
- Garantizar la seguridad: Señalizar el lugar del accidente, si es posible, y ponerse a salvo.
- Asistir a los heridos: Si hay lesionados, llamar a los servicios de emergencia (112).
- Informar a la empresa: Es crucial notificar a la empresa lo antes posible sobre el accidente, independientemente de su gravedad.
- Recopilar información: Intercambiar datos con los otros implicados (nombre, seguro, matrícula), tomar fotos de los daños, el lugar y la señalización, y si es posible, obtener datos de testigos.
- Cumplimentar el parte amistoso: Si es posible y hay acuerdo con el otro conductor.
- No admitir culpa: En el momento del accidente, es mejor no hacer declaraciones sobre la culpabilidad.
- Acudir a un centro médico: Si se han sufrido lesiones, por leves que parezcan, es importante recibir atención médica y dejar constancia de las mismas, indicando que se trata de un accidente laboral.
La empresa, una vez notificada, deberá gestionar la comunicación con la mutua y el seguro.
Preguntas frecuentes sobre accidentes con vehículo de empresa
Aquí respondemos a algunas dudas comunes:
¿Se considera siempre accidente laboral si choco con el coche de empresa?
No. Solo se considera accidente laboral si ocurre durante la jornada de trabajo ("in misión"), en el trayecto habitual de casa al trabajo o viceversa ("in itinere"), o si eres un conductor profesional realizando tu labor. Las circunstancias y la relación con la actividad laboral son clave.
Si el accidente es mi culpa, ¿tengo que pagar los daños del coche de empresa?
La empresa podría reclamarte los daños si el accidente fue causado por tu imprudencia grave o negligencia demostrable. Sin embargo, esto no es automático y depende de la gravedad de la falta y la política de la empresa. En muchos casos, si no hay negligencia grave, los daños los cubre el seguro del vehículo (si es a todo riesgo) o son asumidos por la empresa.
¿Mi seguro personal cubre algo en este caso?
Generalmente, no. El accidente, al ocurrir con un vehículo de empresa y en el contexto laboral, está cubierto por el seguro de la empresa y la mutua de accidentes de trabajo (para las lesiones). Tu seguro personal solo intervendría si estuvieras utilizando tu vehículo particular.
¿Puede la empresa despedirme por tener un accidente con el coche?
Tener un accidente no es, por sí solo, causa de despido. Sin embargo, si el accidente se debió a una falta grave y culpable del trabajador (como conducir ebrio, imprudencia temeraria, etc.), esto podría ser motivo de sanción disciplinaria, que podría llegar al despido si se considera una falta muy grave según el convenio colectivo o el estatuto de los trabajadores.
¿Qué pasa si el coche de empresa tenía problemas mecánicos y por eso tuve el accidente?
Si se demuestra que el accidente fue causado por una falta de mantenimiento o un defecto en el vehículo que la empresa conocía o debía conocer, la responsabilidad recaería principalmente en la empresa por incumplimiento de sus obligaciones de seguridad y mantenimiento de la flota.
¿Tengo derecho a indemnización si me lesiono en un accidente con el coche de empresa?
Sí, si se considera accidente laboral, tienes derecho a la asistencia sanitaria y prestaciones por incapacidad temporal o permanente a cargo de la mutua y la Seguridad Social. Además, si el accidente fue culpa de un tercero, la empresa (en tu nombre) o tú directamente (con asistencia legal) podéis reclamar una indemnización por las lesiones al seguro del vehículo responsable, según el baremo de accidentes de tráfico.
Prevención: La mejor estrategia
Evitar accidentes es siempre la mejor opción. Tanto empresas como empleados tienen un papel crucial en la prevención de riesgos viales. La empresa debe invertir en mantenimiento de vehículos, formación en conducción defensiva y gestión de rutas y tiempos. El empleado debe ser consciente de la importancia de respetar las normas de tráfico, descansar adecuadamente y utilizar el vehículo de manera responsable.
La seguridad vial en el entorno laboral es una responsabilidad compartida. Comprender las implicaciones de un accidente con un vehículo de empresa es el primer paso para gestionar adecuadamente estas situaciones si llegan a producirse y, sobre todo, para fomentar una cultura de prevención que minimice los riesgos en la carretera.
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